La miel producida a partir del néctar de azahares (las flores de la naranja) es muy apreciada y tiene un alto valor comercial, por lo cual, algunos apicultores colocan sus panales cerca de los naranjales.
Algunos consideran a todos los miembros del género Citrus (naranjas, limas, limones, toronjas, cidras, etc.) como parte de las bayas por tener frutos (hesperidio) con muchas semillas, carnosos, suaves y derivados de un solo ovario.
La palabra naranja proviene de una lengua dravídica de la antigua India de donde pasó al sánscrito (nÄraá…gaá), de ahí al persa (nÄrang), al árabe (nÄranj) y finalmente al español (naranja). Los árabes introdujeron la naranja amarga (Citrus aurantium), también llamada naranja de Persia, en Europa en el siglo XI. Los portugueses llevaron la naranja dulce y la mandarina a Europa en el siglo XV.
La naranja valenciana es una variedad de tipo tardío que se cultiva en muchos países (incluyendo, por supuesto, a España) especialmente para la producción de jugo. Por ser tardía, aparece en los mercados después que ha pasado la temporada de otras variedades.
La naranja tipo navel (naranja de ombligo), también llamada naranja de Bahía, se originó como una mutación en un monasterio en Brasil en 1820. Su nombre proviene de la formación, en estas naranjas, de una protuberancia (una segunda pequeña naranja atrofiada) que parece un ombligo. Es una naranja grande, sin semillas o con pocas semillas, con cáscara fácil de desprender con la mano y, aunque puede ser usada para jugo, se usa mucho como fruta comestible. La fruta se produce, sin polinización, por partenocarpia (formación del fruto sin fecundación del óvulo). Como no produce semillas, la obtención de nuevas plantas se hace a través de injertos en un tronco patrón (muchas veces de naranja amarga). La naranja navel también se conoce como naranja Riverside, que es el lugar de California donde se empezó a cultivar en 1870, aunque ya había sido introducida en Florida en 1835 (la naranja dulce ya había sido introducida en Florida por los españoles en 1513).
En Estados Unidos se obtuvo una variedad de la naranja navel llamada Washington navel y a partir de ésta se produjo una mutación en Riverside, California, que dio origen a la naranja llamada navelina. Esta naranja es más pequeña que la naranja navel (de ahí el nombre de navelina), a veces es un poco alargada, la protuberancia es pequeña y abierta, tiene un sabor intenso, la cáscara es delgada con un color anaranjado bien pronunciado (menos amarillo), la pulpa es sabrosa, sin semillas, suave y jugosa. Es aun más temprana que la naranja navel. Está en camino de convertirse en la más popular de las variedades de naranjas.
En algunos países, las naranjas tipo navel o sus variantes se conocen como naranjas California.
La llamada naranja de sangre es una naranja con rayas de color rojo en la cáscara y pulpa y jugo rojo (un rojo más intenso que el de las toronjas o grapefruits rojas que en inglés llaman ruby red). En Italia, la mayoría de las naranjas que se producen son de este tipo. En España se está volviendo cada vez más popular.
Cultivo
Las temperaturas adecuadas para el crecimiento de los naranjos están entre los 15º y 29º C. El naranjo se da bien en terrenos soleados con suelos sueltos. Si desea obtener plantas de naranja a partir de las semillas de una fruta, debe sembrarlas mientras están frescas (no deje que las semillas se sequen). Si no tiene tiempo de sembrarlas y debe esperar unos días, puede mantenerlas frescas envolviéndolas en una toalla húmeda (pero no deje que les salgan hongos).
A la hora de trasplantar el arbolito de naranja al terreno es bueno hacer un hoyo más profundo que ancho y colocar una buena cantidad de abono orgánico (estiércol, compost, etc.) en el hoyo y luego cubrir con tierra limosa (o en su defecto, más arenosa que arcillosa). Pueden ser sembrados en pendiente ya que esto contribuye al buen drenaje en las raíces, pero entonces el suelo debe ser cubierto con mantillo (mulch) o paja seca para protegerlo de la erosión.
Mientras la planta crece se puede fertilizar una vez al mes durante los primeros seis meses y luego cada dos meses hasta completar el año. Cada seis meses durante el segundo año y anualmente a partir del tercer año. Se puede utilizar un fertilizante múltiple de fórmula 10 N – 10 P – 10 K. El pH del suelo puede estar entre 5,5 y 6,5. En suelos alcalinos, los naranjos pueden sufrir de clorosis (las hojas se les ponen amarillas por falta de clorofila). Esto se puede solucionar fertilizando el suelo con sulfato de magnesio a razón de 5 gramos por litro de agua. Si lo que se tiene es un jardín con pocas plantas de naranja, puede conseguir pequeñas cantidades de sulfato de magnesio en una farmacia bajo el nombre común de sal de Epsom (también llamada sal de Higuera). La clorosis también se puede producir, además de por falta de magnesio, por falta de hierro o de nitrógeno.
Un pH mayor a 6,5 puede producir deficiencias de cinc, cobre, hierro o manganeso. Esto se puede solucionar con un fertilizante foliar (con agentes quelantes) que contenga pequeñas cantidades de estos elementos, ya que, afortunadamente, los cítricos son uno de los tipos de plantas que aprovechan bien al fertilizante foliar (otros tipos de plantas no lo hacen y sólo se pueden fertilizar a través del suelo). También se puede añadir al suelo un fertilizante que contenga tiosulfato de amonio, que ayuda a acidificar al suelo.
Un pH menor a 5,5 puede inducir a toxicidad por aluminio o manganeso, y a posibles deficiencias de fósforo, calcio y magnesio. Esto se puede enmendar añadiendo cal o polvo de piedra caliza al suelo (si añade cal, hágalo después de la época de cosecha).
En lugares donde se producen heladas se suele regar las hojas de los naranjos con agua para protegerlos, ya que la capa de hielo que se forma sobre las hojas sirve de aislante de los vientos aún más fríos de la helada.
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